28 de diciembre de 2016

Esto no se acaba hasta que se acaba.

Estoy convencida de que el porcentaje de individuos de verdad malvados que hay en el mundo es pequeño, quizá muy pequeño, incluso ínfimo. Los auténticos culpables de que la vida pueda ser tan cruel y de que la Tierra se convierta en un valle de lágrimas son los tibios de corazón, porque esos sí que son legión, esos son muchísimos; esos quizá sean, por desgracia, la mayoría de los seres humanos (…)
Alfredo Llopico, un amigo con quien hablé de esto, me mandó dos citas maravillosas. Una es del Apocalipsis, en donde Jesús dice: “Conozco tus obras, sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca”. Y la otra es de la Divina Comedia, de Dante, en donde, en el ‘Canto III del Infierno’, encontramos que las almas más despreciables son aquellas “que vivieron sin merecer alabanzas ni vituperio (…) que no fueron rebeldes ni fieles a Dios, sino que sólo vivieron para sí”. Siempre hemos sabido que los culpables del horror del mundo son los tibios de corazón. Malditos sean.

–Rosa Montero.


Dos mil dieciséis. Víspera del Día de los Santos Inocentes. Un mensaje vía WhatsApp del maestro Juan Ramón Góngora Alfaro, director de escena de La hija del rey, de José Peón Contreras, y titular del proyecto del mismo nombre producido por el Programa Nacional de Teatro Escolar (PNTE) en Yucatán, sirve de portador de la buena noticia: «Estimados compañeros: ya depositaron, desde ayer en la tarde. Metri me habló para informarme. Probablemente hasta en la tarde se refleje en la cuenta (…) por los tiempos de transferencia de banco a banco. Ya tenemos el pago de actores.» La felicidad, creo, se refleja en mi rostro. –¡Ganamos!, me digo. Siete minutos más tarde, José Ernesto Jiménez, productor ejecutivo del mismo proyecto, nos comparte la nota crítica que escribiera sobre nuestra puesta en escena el maestro Fernando Muñoz Castillo en el diario Por Esto!: nos hace pedazos.

La noticia del pago comienza a correr como pólvora en las redes sociales. Yo, recibo un correo electrónico de César Tapia, subcoordinador de Enlace con los Estados de la Coordinación Nacional de Teatro (CNT) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA), copia de la respuesta que le da a Luis Velázquez. Asunto: PAGO REALIZADO / FUNCIONES DE TEATRO ESCOLAR YUCATAN.

Luis Velázquez, jefe del Departamento de Teatro de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), escribe:
«Estimado Cesar: Te informo que el pago por las 80 funciones de la obra “La hija del rey”, la cual forma parte del Programa Nacional de Teatro Escolar en el Ciclo 2016 en Yucatán, ya ha sido depositado (…) el día de hoy 27 de diciembre del presente año. Agradeciendo como siempre todas tus atenciones me despido enviándote un cordial y afectuoso saludo, deseando que tengas un feliz y próspero año 2017.»
–¿No que el depósito se había hecho desde ayer? –me digo–. Estos cuates mienten como si respiraran hasta por las cosas más pequeñas.

Leo la respuesta de César Tapia, de la cual manda copia también al antropólogo José Alejandro Pérez López, director de Desarrollo Cultural y Artístico; Gerardo Hansen Mena, director de Administración y Finanzas, y, aunque no se le menciona, a Jorge Escobedo, coordinador del PNTE en Yucatán, los tres de Sedeculta; además de al mismo maestro Juan Ramón y otro correo de enlace de la CNT-INBA que supongo es el de Alma Rosa Castillo, responsable del PNTE en la CNT-INBA:
«Estimado Luis Velázquez, buena noticia, agradezco el aviso y las gestiones y a todos su paciencia. Seguimos en contacto para la programación de las diez funciones restantes. Reciban todos un fuerte abrazo y en espera que 2017 nos colme de retos y proyectos en beneficio del teatro en Yucatán. Felices fiestas.»
Estoy cansado. No ha sido, para nada, una batalla ardua ni larga; pero, la presión ha estado a tope desde el momento en que decidí hacer la denuncia pública porque no se nos había pagado. –¡Ganamos!, me repito. No obstante, no consigo quitarme este mal sabor de boca. –¿Por qué?, me pregunto, mientras pienso en el (breve) camino recorrido.

«En mi pecho la cólera no cabe»


21 de diciembre. 13h09. En la parcela (algunos le llaman cuenta) personal que tengo en el feudo Zuckerberg (el Feisbuc, que le llaman) escribo, palabras más, palabras menos, que nuestro pago por las 80 representaciones de La hija del rey no ha sucedido y menciono a Roger Metri, titular de la Sedeculta, Alejandro Pérez López y Luis Velázquez como responsables directos de la demora. Al apunte (post, le llaman algunos) reaccionan (para decirlo en argot feisbuquero) más de 50 de mis contactos, cuatro de ellos dejan su rastro en el cajón de comentarios, 25 lo comparten; uno de ellos, Genaro Payró, actor protagónico de la puesta en escena de Juan Ramón Góngora, compañero de aulas y de tablas, quien hace lo propio agregando su propia voz y la de su personaje:
«Que alguien me responda que otro montaje ha cumplido con la meta de dar 80 representaciones en tiempo y forma, dando funciones en Mérida y varios municipios de Yucatán, mañana, tarde y noche, sin comer, ni dormir bien, trabajando más de 8 horas diarias, y claro, con escasa posibilidad de un ingreso de verdad. Hoy, 21 de Diciembre, es prácticamente oficial que nueve familias de actores no tendrán una grandiosa navidad por culpa de algun@s dis-funcionari@s públicos. Nueve pagos que saldrán, básicamente, hasta el año que viene. ¿porqué no antes, compañeros, les daba miedo que les fuéramos a ROBAR todo el dinero y no diéramos las funciones? En mi pecho la cólera no cabe.»
22h13. Comparto el apunte de Payró, “reaccionan” poco más de 40 de mis contactos, otros cuatro de ellos dejan muestra de su paso en los comentarios, la mayoría en la madrugada del 21 al 22 de diciembre, y lo comparten 20. Enrique Olmos comenta: «Hay que movilizarnos; estas actitudes de los funcionarios que no funcionan dañan un programa de alcance nacional.» Respondo: «Hagámoslo.», sabiendo muy bien que ése tendrá que ser el siguiente paso a dar luego de la jugada mediática que, estoy seguro, no arderá por mucho. Urge pensar en la estrategia que haga correr nuestra voz fuera de las redes sociales.

22 de diciembre. 0h44. Desde Baja California, Michelle Guerra Adame, directora de La nave, de José Luis Pineda Servín, con el Colectivo de Teatro en Espiral, proyecto hermano también ganador del PNTE 2016, me pregunta si ya comenté lo del pago con Karina de la Cruz o César Tapia:
«A nosotros, en Baja California no nos apoyaron con la vinculación con las escuelas y nos están pagando apenas hace tres semanas (creativos) y al elenco apenas el viernes (día de la última función) se depositó la mitad, con la promesa de que se nos pagará la otra mitad el día 30. Fue muy difícil llegar a la meta, principalmente porque el estado no sabe operar el programa. Karina y César me ayudaron mucho con los funcionarios de mi estado, y cuando le comenté mis problemas a César, el me dijo que debemos estar en contacto con ellos para que ellos puedan regular como maneja el programa el estado.»
Veo el mensaje de Michelle en la mañana, hora y media más tarde me comparte números telefónicos y correos electrónicos y no puedo evitar pensar en que esta comunicación debería tenerla Juan Ramón en tanto titular del proyecto y director de la puesta en escena, y no yo.

–Los estados tienen el dinero desde hace meses –me dice–, no tienen porque no pagarte. Yo he batallado mucho con los encargados en mi estado, también terminé las funciones.

–Sí, lo sabemos; pagaron ya todo a todos... menos a las actrices y los actores (…) Muchas felicidades. A nosotros ni un solo centavo.

–Hay que decirlo, la coordinación puede hacerles la observación si tiene por escrito lo que sucede. Yo también espero que el 30 nos paguen el resto.

–Pues a esperar; pero, no de brazos cruzados. Muchas gracias.

–Claro. Que todo salga bien. Un fuerte abrazo. Cualquier cosa que necesiten, los apoyamos desde acá. Abrazos.

–Muchas gracias; igual ustedes, nos dicen y cerramos filas.

–Gracias. Seguimos en contacto.

Voy a mi llamado en el rodaje de El vuelo del topo, cortometraje cuya realización está encabezada por Marco Martín Monforte, Amaury Alonzo y Daniel Canto en el marco del Festival Internacional del Globo Yucatán 2017; la cabeza me da vueltas con cómo me comunicaré con la CNT-INBA.

13h26. El maestro Juan Ramón Góngora me manda un mensaje vía WhatsApp casi telegráfico: «Muy molesto con la situación de los pagos. Me preocupa la situación económica de algunos de nosotros.» No recuerdo si lo leí apenas llegando o después: estoy concentrado escribiendo la carta para la CNT-INBA.

13h50. He escrito la carta. Quiero, no obstante, que sea también una carta abierta denunciando públicamente no nada más la demora en nuestros pagos; es, pues, un recuento de los avatares para estrenar, dar funciones (una de ellas en el teatro que lleva el nombre de nuestro mismo autor: José Peón Contreras) y cumplir las metas comprometidas ante el PNTE como consecuencia del retraso no sólo de nuestros pagos, sino sobre todo del recurso para la realización de la escenografía y el vestuario. Terminada la carta, leo o releo (no lo recuerdo) el mensaje del maestro Juan Ramón: –¡¿«nosotros»?! –me pregunto indignado–, a ti ya te pagaron, mi querido Juan Ramón –le digo con sorna a un Juan Ramón con el que hablo en mi imaginación. Sin responderle al Juan Ramón verdadero envío la carta por correo electrónico a la cuenta que me compartió Michelle Guerra y que tengo entendido revisará César Tapia. Le contesto el mensaje a Juan Ramón: «Acabo de enviar una carta a César Tapia, de la Coordinación Nacional, y estoy por enviarla a medios nacionales.»

Juan Ramón me habla por teléfono, me repite que está muy molesto por el hecho de que no nos hayan pagado y que está de acuerdo con lo que estoy haciendo: –Yo se los advertí –dice–, les dije que esto iba a pasar si no nos pagaban; que se atuvieran a las consecuencias… No sé si dice algo más, en mi cabeza brincan algunas preguntas que no hago: ¿Se los advertiste? ¿Qué les advertiste, Juan Ramón? ¿A quién? El maestro Góngora me saca de mis pensamientos cuando dice, de nuevo, que está preocupado por la situación económica de algunos; ya no dice «nosotros»; ofrece prestarme 3 mil pesos, luego confiesa que se trata de un ofrecimiento de Alicia García, mi compañera de escena que encarna al personaje de Guiomar; rechazo, agradeciéndolo, el ofrecimiento: quiero mi pago por mi trabajo. Al despedirse, Juan Ramón me pregunta si puede leer lo que dice la carta; contesto que sí, cuando se haga pública. Doy click al botón de enviar, la carta va a la revista digital Soma. Arte y Cultura, cuyo director, Ricardo E. Tatto me ha recordado que en Soma tengo las puertas abiertas para hacer pública mi palabra.

Se cumplen 19 años de la masacre en Acteal, acontecimiento que personalmente me es muy significativo por diversas razones. Me siento ridículo denunciando la tardanza de nuestro pago en tanto pienso en las imágenes y recuerdos que tengo en torno a Acteal y las 45 personas, hombres, mujeres, ancianos y niños asesinados por un grupo paramilitar priista. La sensación de ridículo se va desvaneciendo: –Es nuestro derecho, me digo. Y, de pronto, una analogía me salta a la memoria: Hace 19 años yo hacía teatro con recursos propios contra viento y marea con el Grupo Cultural Zero; las funciones me las pagaban a 500 pesos cada una. Tres años más tarde ingresé al Centro Universitario de Teatro de la UNAM y cuatro años después egresé de mi alma mater para ser considerado un actor profesional por un academicismo más mamón que teatral que desprecia mi trabajo de por lo menos diez años atrás, y hoy, 12 años después, estoy peleando por un pago similar. ¡Dos décadas y el Estado mexicano, priista por más señas, vístase del color con que se vista, me paga la misma cantidad por función que yo obtenía por mi trabajo independiente con uno de los otrora grupos más importantes del teatro popular en México, y, todavía, para acabarla de amolar, no sé quién en la Sedeculta me está regateando mi pago!

«De vez en vez algún artista»


23 de diciembre. 12h35. Ricardo E. Tatto me avisa que de un momento a otro se publicará mi carta en Soma. Espero conocer la URL para compartir el enlace en “mis” redes sociales. También: espero, de espera, la burla y el silencio; espero, de esperanza, la solidaridad de propios y extraños. Tengo la URL, la comparto en el feudo Zuckerberg: parcela personal, fanpeich, grupos de colegas en la escena local, nacional y continental y las parcelas (cuentas) de Alma Rosa Castillo y Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura federal: Toño fue mi maestro en el CUT-UNAM, su firma da validez oficial al diploma que se me extendió cuando terminé mis estudios superiores en actuación; espero, igual, su apoyo. Quien responde a mi compartición es Alma Rosa:
«Estimado Sebastián créeme que lamentamos la situación pero efectivamente tiene tiempo que el recurso se encuentra en el Estado obvio que hemos intervenido para agilizar su salida sin embargo cada uno de los estados de la Federación tiene su propia miscelanea fiscal que nos rebasa, sobre todo cuando son Secretarias de Cultura, cómo es el caso, se vuelven entidades centralizada de un gobierno, es decir, tiene que pasar por una Secretaría de Finanzas etc etc. No nos lavamos las manos, ni tengas la idea de qué tenemos actitud de "yo ya cumplí", "a mi mis vacaciones" "yo ya cobré". Hemos insistido y no quitaremos el dedo del renglón hasta que esto haya sido solucionado. Los recursos que se reetiquetaron son los correspondientes al pago de asesoría y derechos de autor. Un abrazo solidario, lejos pero no distantes.»
13h43. Mensaje nuevo de Juan Ramón: «Hola buenos días. Ayer como a las 5 pm me contactó César Tapia por teléfono para preguntar qué estaba pasando y largamente expuse la situación.»

13h56. Yo: «Y, ¿harán algo?»

17h19. Juan Ramón: «Que ya había hablado a Mérida para recomendar el pago inmediato.»

23h39. Mensaje de Ricardo E. Tatto; me comparte que la carta lleva 1 mil 223 vistas hasta ése momento (mientras escribo estas líneas habrá alcanzado las 3 mil 156 vistas, luego de haber sido compartida casi 100 veces): es la publicación de Soma más leída de esta semana en el portal. –Ojalá llegué a los ojos indicados –me dice–. Y, ojalá se resuelva.

24 de diciembre. 7h35. Comienza el fuego amigo. El director y productor Óscar López, publica en parcela del feudo Zuckerberg:
«De vez en vez algún artista es vejado por la institución cultural que debería apoyarle, de vez en vez ese artista protesta y levanta la voz en su muro, pero muchos de esos artistas nunca los vi protestando por otras causas, ahora se quejan por que les afecta, pero allí los veré participado en el Wilberto Cantón por unas funciones mal pagadas y cuando la institución quiera. Les recuerdo que el funcionario que fue grosero ya había sido cesado de su cargo y el actual secretario lo reinstaló, el actual secretario en su último período en cultura del ayuntamiento no tuvo un desempeño muy satisfactorio que digamos, los teatros son salones de fiestas cerrados para la comunidad, sin proyectos de producción, sin programas de actualización, bueno... tantas cosas por las que podríamos levantar la voz… pero bueno hagámoslo ahora por los compañeros de Teatro escolar que no han cobrado, que, cuando cobren regresarán al silencio cómplice.»
Mi primera reacción es de molestia y de no terminar de entender la posición de López: ¿qué le encabrona?, ¿por qué juega a volverse un juez moral de nuestra denuncia pública y en su golpeteo, disfrazado de autocrítica, le hace el juego a la Sedeculta? La molestia no cesa, pero doy paso a otro pensamiento: no me queda el saco de sus acusaciones. «(A) muchos de esos artistas nunca los vi protestando por otras causas, ahora se quejan por que (sic) les afecta», no es mi caso; en cambio a él no lo recuerdo saliendo a las calles prácticamente por nada. «Allí los veré participando en el Wilberto Cantón por unas funciones mal pagadas y cuando la institución quiera», no es mi caso; tengo más de tres años que no participo como actor ni como director en festivales municipales ni estatales donde él sí se presentó. «Cuando cobren regresarán al silencio cómplice», nunca, ni antes ni ahora ni después, es mi caso.

8h36. Mi respuesta:
«Al que le quede el saco que se lo ponga. Hay quienes siempre hemos levantado la voz y hemos intentado organizarnos con otros para que esa voz suene más fuerte, por ésta y otras injusticias, arriba y abajo de las tablas; las pruebas están en los medios en que hemos escrito y no sólo en la parcela que llenamos de memes en el feudo Zuckerberg. Hay, por otra parte, quienes lo hicieron y su voz fue silenciada con las migajas que la institución daba, ora en apoyos, ora en becas, ora en producción para la obra de teatro que se presentó a una convocatoria en nombre de la compañía estatal de teatro y le dieron el recurso de otra, y su virulencia de antes se edulcoraba mientras iban por las tablas con su etiqueta de multibecarios calladitos hasta que les quitaran de nuevo el apoyo y, entonces sí, les volviera la dignidad a la voz y a la palabra. Y, sin embargo, con historial o no de protesta; con historial de hacer ruido cuando no le dan su migaja y de guardar silencio cuando sí, ¿pierde su derecho a levantar la voz?; más aún, ¿es menos injusta la injusticia con que le tratan? La institución y sus funcionarios nos tratan como se les antoja porque a estas respuestas hay quien responde: sí, y al silencio cómplice de otros suma un cinismo hipócrita que se muerde la lengua con cada palabra. Si hemos sido unos u otros, es tiempo de dejar de serlo; ¿o no? Por lo pronto, ya podemos adivinar la sonrisa burlona en el funcionario que observa cómo nos peleamos entre nosotros.»
9h42. La coreógrafa y bailarina Lourdes Luna se sube al ring de la publicación de Óscar López y apunta sus baterías hacia la Red Alterna.

11h24. Correo electrónico de César Tapia con copia a Juan Ramón, Luis Velázquez, José Alejandro Pérez, Gerardo Hansen y alguien del PNTE de la CNT-INBA, quizás Alma Rosa. Me disculpo de antemano por citarla en extenso, pero creo que es importante darla a conocer por entero dado que se trata de la posición oficial de la CNT-INBA (pero, igual, quien no desee leerla puede saltársela):
«Estimado Carlos Sebastián López Cruz,
«Agradecemos su comunicación, le comento que el día jueves 22 de diciembre sostuve una conversación telefónica con su director el Mtro. Juan Ramón Góngora, a quien la compañía estableció como enlace hacia las instituciones y con el cual intercambié comentarios referentes al tema, esto posterior a una comunicación que sostuve con SEDECULTA. De lo conversado con el Mtro. Góngora se encuentra la fecha para la realización del pago de las 80 funciones programada para el 29 de diciembre, fecha otorgada por la Secretaría de Finanzas del Estado al SEDECULTA, asimismo comentamos sobre la cancelación de 5 funciones que menciona en su correo (mismas que serán cubiertas) Quedando pendientes las 10 funciones adicionales que se lograron con el recurso asignado al Programa y que no se utilizó para el rubro de derechos de autor y gastos del asesor por lo tanto se reprogramó para incrementar el número de funciones esto a propuesta de Luis Velázquez de SEDECULTA.
«Estamos al tanto de las diversas situaciones que se han presentado en el desarrollo del Programa Nacional de Teatro Escolar 2016 en el estado de Yucatán. Antes que nada y de manera sincera les agradecemos siempre a todas las compañías de todo el país, la entrega y compromiso para llevar a cabo este Programa en cada uno de sus Estados, esto sin duda es un trabajo en conjunto, tanto compañías, instituciones estatales (Cultura y Educación) así como la Federación, nosotros desde la federación trabajamos en planeación, seguimiento y ejecución durante todo el año, desde el diseño de convocatoria, conformación del Comité de Selección integrado por profesionales y especialistas en teatro para niños y jóvenes, apertura y cierre de las 32 convocatorias lanzadas en cada Estado así como las reuniones de deliberación, en la cual el Comité seleccionó la obra “La hija del Rey” ya que el proyecto contaba con el sustento suficiente para formar parte del Programa y SEDECULTA tomó esto con gran entusiasmo por el significado de ser autoría de José Peón Contreras, con esto último no pretendo defender a la institución sino hacer del conocimiento de ustedes acciones que derivado de la situación que atravesamos empañan acciones manifestadas de todas las partes.
«El Programa en cada Estado es perfectible, nosotros creemos en el trabajo en conjunto, nos interesa generar vínculos y comunicación con instituciones y compañías que nos permita depurar procesos para que todo resulte de la mejor manera, y que todos hagamos nuestro este Programa que ha sido tan beneficioso y generoso en muchos sentidos, sin embargo no dejamos de lado las situaciones que de acuerdo a la estructura y reglamentos que las instituciones estatales y federales se tienen que sortear en materia administrativa, de procedimiento y/o burocrática, seguiremos trabajando con SEDECULTA para dar seguimiento al pago de las funciones y les solicito corroborar (…) si se ve reflejado antes de la fecha que le menciono al inicio del correo.
«En el caso particular vamos a recabar la información que corresponde a situaciones, decisiones y acuerdos tomados por todas las partes para poder hacer un balance de lo sucedido y que sin duda nos servirá para la mejora del PNTE en el Estado así como dar seguimiento la salida del recurso de las últimas 10 funciones para evitar en lo posible se repitan este tipo de situaciones en esta y ediciones futuras.
«Agradezco de antemano su comunicación y su atención al presente, seguiremos en contacto con el Mtro. Góngora para dar seguimiento del caso.
«Un abrazo y una sincera disculpa en la demora de este correo.»
12h30. El director y promotor Bryant Caballero se sube igual al ring de la publicación de Óscar.

Lo dicho por Óscar tendrá a lo largo del día casi 30 “reacciones”, una serie de comentarios que irán del intento de seriedad y las acusaciones mutuas al franco pitorreo y se compartirá tres veces. Leo los comentarios. Leo la carta de César Tapia. Los unos se me figuran un lastimero muestrario de lo que como amorfa comunidad escénica somos. La otra me parece que es el no tan velado espaldarazo de la federación al uso que de dineros públicos federales hace una secretaría estatal de cultura, botón también de muestra de cómo opera la red de lo institucional y lo burocrático para cubrirse las espaldas unos a otros en nombre de “buenas acciones empañadas por la situación que atravesamos”. La pregunta que queda en el aire es: ¿a quién le quiere cubrir las espaldas Tapia? Quizás lo mencione en su propia carta.

«Sensibilidad y premura»


Decido velar mis armas. Pongo mi atención en el encuentro “L@s Zapatistas y las ConCiencias por la Humanidad”, convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional; en la huelga de hambre en Nueva York de don Antonio Tizapa, padre de Jorge Antonio Tizapa Legideno, uno de los 43 estudiantes normalistas rurales de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, y en que alrededor de 8 mil trabajadoras y trabajadores del INBA y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) seguían sin recibir sus aguinaldos. El 25 de diciembre, como si se adelantara el 28 con sus bromas amargas, trasciende que la Secretaría de Cultura federal estará encabezada por la señora Beatriz Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala y ex dirigente de un PRI que bajo su dirección (como bajo otras) apostó, ora en los congresos locales y de la Unión, ora en los poderes ejecutivos estatales y municipales con su color, por leyes lesivas a derechos fundamentales de quienes sobrevivimos en este país.

26 de diciembre. 10h42. Han pasado 27 meses desde la masacre en Ayotzinapa en la que seis personas, entre ellas tres estudiantes normalistas rurales, fueron asesinadas; dos, estudiantes también, quedaron gravemente heridas, y 43, igual estudiantes, fueron secuestradas por elementos de la policía municipal con participación de las policías estatal y federal y con la connivencia del ejército federal y hasta la fecha continúan desaparecidas. Es día, también, del arranque del “ConCiencias por la Humanidad” en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Finalmente, la Red Alterna / Agrupación de Artistas Escénicos se manifiesta públicamente a favor del pronto pago a las actrices y actores de La hija del rey; pero, no sólo:
«sino el alto a estas prácticas normalizadas, que obligan a los creadores a cumplir sus obligaciones sin contar previamente con los recursos ni las condiciones mínimas para lograrlo. Lo hacemos convencidos de que, solo gozando de condiciones dignas de trabajo y en la colaboración entre artistas, gestores culturales, instituciones, funcionarios lograremos garantizar el derecho al arte y la cultura para todos los ciudadanos.»
27 de diciembre. 0h47. Comparto la declaración de la Red Alterna anunciando que la CNT-INBA nos ha pedido que confiemos en que Sedeculta nos pagará el 29 de diciembre.
«Personalmente –escribo–, dudo mucho que Sedeculta cumpla su palabra, pues, a lo largo de estos meses sus titulares no han hecho más que prometer fechas que sistemáticamente han ido aplazando. No obstante, no queda sino esperar. El tiempo, sin embargo, corre: en 48 horas se cumple el plazo para que cumplan. Esto no se acaba hasta que se acaba.»
10h55. Un mensaje vía WhatsApp del maestro Juan Ramón nos da la noticia: «Estimados compañeros: ya depositaron (…) Ya tenemos el pago de actores.» –¡Ganamos!, me digo. Una carta vía correo electrónico de Luis Velázquez a César Tapia contradice el mensaje de Juan Ramón diciendo que Metri le informaba que el pago se hizo desde el día 26. ¿Quién miente: Velázquez o Metri? ¿Acaso Juan Ramón? –¡Ganamos!, me repito. No obstante, no consigo quitarme este mal sabor de boca. –¿Por qué?, me pregunto. La respuesta está en ése ir y venir de publicaciones, comentarios y “reacciones” que hacen suponer que aquí no ha pasado nada; como el comentario del mismo maestro Juan Ramón a una publicación en vídeo de cierto mensaje navideño de Roger Metri, diciendo:
«Bienvenidos los buenos deseos de nuestro Sr. Secretario de Cultura y las Artes de Yucatán, Roger Metri, porque sé que a pesar de, habernos quedado muy mal Cultura Yucatán con los pagos a actores del PROGRAMA NACIONAL DE TEATRO ESCOLAR YUCATÁN 2016, tengo certeza de que hay la voluntad política para solucionarlo pronto.»
De poco o nada servía que, acto seguido, dijera que:
«Después de trabajar arduamente en ensayos y una temporada de 80 funciones, realizado todo del 15 de julio al 16 de diciembre, SEDECULTA y SECRETARIA DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS no han cumplido con el pago a los 9 actores de la obra. A todos los demás que formamos parte del equipo ya nos pagaron. ¿por qué a los actores no, si son los que dan la cara, los que más trabajan, los que más se exponen, los indispensables? La razón creo es muy simple: no salió el pago a tiempo porque alguien no hizo el trámite a tiempo. Esa maldita desidia es la que ha lastimado a mi gente.»
Si después diría que:
«¡Muy contentos! Porque salió, por fin, el pago a los actores de "La hija del rey" de José Peón y Contreras. Muchas gracias a Roger Metri y directores de Desarrollo Cultural y Artísitco y de Administración y Finanzas de SEDECULTA por la sensibilidad y premura con que solucionaron nuestro problema. ¡Gracias! Ahora, a continuar el viaje con "La hija del rey" en 2017. #PNTE2016»
18h12 (Adivino la hora en que el maestro Juan Ramón publicó lo dicho en la cita anterior). ¿«Sensibilidad y premura»? ¿«Nuestro problema»? Una hora más tarde, Bryant Caballero se le iría a la yugular:
«Deberías agradecer a (…) los únicos dos actores que levantaron la voz para denunciar, porque de no ser por ellos nadie se hubiera enterado, ni movilizado, ni presionado. Por otro lado, cuando dices "nuestro problema" haces parecer que la compañía hizo algo mal cuando fue al revés. Y de la sensibilidad y premura de la institución no habría nada más Falso hasta parece una burla a la compañía; si pasó todo lo que pasó fue precisamente por la insensibilidad y dilación de la Sedeculta (…) Luis Velázquez y Roger Metri deberían pedir una disculpa pública por haber permitido que las cosas llegaran hasta tal punto y deberían comprometerse a operar el próximo Teatro Escolar, ahora sí, con sensibilidad y premura.»
Desde la fanpeich de La Hija del rey, Juan Ramón parece responder:
«Bryant: ¿quieres que mis actores se molesten conmigo? ¿Quieres que me pelee con SEDECULTA? ¿Crees que no he defendido mi proyecto y los intereses de mis actores y equipo? (…) Ni SEDECULTA es una mala institución ni nosotros fuimos sus víctimas: simplemente hay personas que esta vez no hicieron bien su trabajo y nos obligaron a resolverlo como mejor pudimos: negociando para nuestro bien, el del proyecto y el del Programa Nacional de Teatro Escolar.»
¿«Negociando para nuestro bien, el del proyecto y el del Programa Nacional de Teatro Escolar»? Tengo curiosidad por saber en qué consistió dicha negociación, pues, haya sido como haya sido, nos excluyó a quienes, a decir del mismo maestro Góngora Alfaro, somos «los que dan la cara, los que más trabajan, los que más se exponen, los indispensables». Me quedo, sin embargo, con una parte de la respuesta que le dio a Bryant Caballero: «Hay falta de precisión en los datos que expones: explicártelos me llevaría un informe que estoy a punto de entregar, como parte de mis obligaciones, a la Coordinación Nacional de Teatro. Lo consultas cuando puedas.» Yo, sin duda, solicitaré que dicho reporte sea público y le daré seguimiento a sus observaciones y recomendaciones. Esto no puede quedar en un «Usted disculpe» y todo seguir como si nada; es fundamental que el actuar de quienes usan dineros públicos estén bajo una contraloría ciudadana que, de no ser aprobada a cabalidad, determine la suspensión de sus puestos o la revocación de sus mandatos de aquellos funcionarios y servidores públicos que no sólo no estén haciendo su trabajo; sino que, además, caigan en malos manejos financieros como malversión o peculado.

Por otra parte, es urgente la organización, en principio gremial, de quienes somos trabajadoras y trabajadores de las artes y las culturas; no hay contralorías ciudadanas, ni presupuestos participativos, ni consultas y plebiscitos, ni revocaciones de mandato que valgan si no estamos organizadas y organizados. Hay un modus operandi priista que nos hace mantenernos aislados, cada quien rascándose con sus propias uñas y salvándose cada quien como puede. Padecemos de prácticas que, más de gobernanza, son de clientelismo: sí, la organización gremial, ya no se diga de clase, es urgente; pero, lamentable y en algunos casos trágicamente, se antoja imposible.

Colofón 1.


«Quienes hemos participado en este programa sabemos que es uno de los más nobles que se gestionan a nivel federal. También sabemos que desafortunadamente, cuando llega la hora de gestionarlo a nivel local las cosas se atoran una y otra vez y quienes terminan por salir más agraviados son quienes dan la cara al público y realizan el mayor y eficaz esfuerzo por sacar adelante las metas. Es decir, la compañía de artistas que concursó y que lejos de verse estimulada con un trabajo institucional recíproco, termina por suponer que se sacó "la rifa del tigre". Quienes ejercen la gestión pública, hay que admitirlo, no se están profesionalizando a la par que los creadores. Cuando se trabaja en colaboración con ellos es tristemente imposible confiar en que harán su trabajo debidamente. Algo tendría que suceder para ventilar estas situaciones de modo constructivo, como lo estás haciendo ahora. Lo verdaderamente siniestro sería que se perdieran estos programas en el Estado debido a la ineptitud o mala voluntad de algunos operativos institucionales que nomás no aprenden a hacer su trabajo, ni les importa, dado que cobran puntualmente sus salarios. Sería muy propicio abrir canales de diálogo público con los responsables de la política cultural del Estado. Ya se ha hecho en anteriores gestiones debido a momentáneos brotes de exigencia por parte de la comunidad. Es algo que no se debe dejar de hacer y en cada nueva gestión renovarse el ejercicio de diálogo público con ellos.»

–Juan de Dios Rath.

Colofón 2.


«En el caso particular vamos a recabar la información que corresponde a situaciones, decisiones y acuerdos tomados por todas las partes para poder hacer un balance de lo sucedido y que sin duda nos servirá para la mejora del PNTE en el Estado así como dar seguimiento la salida del recurso de las últimas 10 funciones para evitar en lo posible se repitan este tipo de situaciones en esta y ediciones futuras.»

–César Tapia.