27 de noviembre de 2012

LOS DIPUTADOS [Teatro Pa' Llevar]*



Compañeras, compañeros, compañeres. Esta noche ustedes han sido convocadas, convocados y convocades para que, en virtud de su honradez, entereza y amor incondicional por la Nación, hagan uso de las facultadesescuelasprepassecundariasprimariasjardinesdeniñasyniños que la Constitución les confiere, pues, como nunca antes en la historia de nuestra ínclita compañía, la Patria, por más torcida que haya nacido, nos llama… y lo hace por cobrar.

No es para menos, de un tiempo acá se ha desarrollado una fauna de seres de más que dudosa reputación que ha hurtado o tomado prestado, o ambos, el lenguaje que va y viene de entre estos bastidores y bambalinas.

Al que de joven aplaudió el autoritarismo de la boca más grande que ha despachado en Palacio Nacional y hoy se dice enamlorado de la democracia, le llaman farsante, y al que se fue a echar una firma o, como diría él, salió a wixar en el momento climático de la votación que impediría el atraco, lo acusan de haberle hecho al teatro.

Al que se paró frente al estrado con una manta de material ahulado y al que años ha se puso a un lado una máscara de marrano, les tachan de histriones, y el señor de las barbas y el puro que después de unas forzadas vacaciones (las cuales, por cierto, hay quien dice que fueron una farsa) regresó caracterizado de Santaclós, dice que las manifestaciones de sus rivales curularios son astracanadas.

Al personaje aquél que bautizó con su apellido una de las señales lúbricas que usamos para decir «les gané» (aunque con otras palabras) lo llamaron payaso, y cuando todos estos, incluyendo los que habían ido sólo a dormir, se pelean unos contra otros, los muy rigurosos y nada autocensurados mass media que padecemos tenemos dicen que aquello fue un sainete.

Si los agarran guardándose el dinero que reciben por tráfico de influencias, con todo y las ligas, o los chamaquean porque los ven de plano muy verdes, dicen que todo fue un montaje, y cuando emprenden la graciosa huida después de cobrar sus «dietas» a cambio de aprobar leyes que ni siquiera leyeron, se dice que hicieron mutis.

En fin, queda claro, que estos tipos y las juanitas que los acompañan no sólo aprueban leyes como las llamadas Monsanto, Televisa y del Trabajo con una celeridad inversamente proporcional a como abordan otras como los Acuerdos de San Andrés, la 5 de Junio y la de Víctimas; sino que han cometido una inexcusable usurpación de funciones, pues, los verdaderos cómicos, histriones, farsantes, representantes, payasos, actores y performanceros somos nosotros.

Nosotros, a quienes durante siglos nos han tratado de ladrones, pervertidos sexuales, gandallas y amorales.

Nosotros, a quienes nos han corrido de las metrópolis después de azotarnos y quemarnos junto con nuestros títeres.

Nosotros, a quienes nos han enterrado afuera de los panteones. Y, precisamente, quienes nos han burlado y maltratado son los mismos que ahora cobran sumas escandalosas e indignantes por hacer, y mal, lo que nosotros siempre hemos hecho (a veces) bien.

Ha llegado la hora, así como llamamos al pan, pan y al vino, vino, de llamar al cómico: cómico y al ladrón: ladrón. Por eso les hemos convocado, «como si no hubiera cosas más importantes por las qué protestar», esta noche en que al país lo envuelve cada vez más el tercero de los colores de su bandera.

Esperamos que, a pesar de todo, la experiencia sea tan hilarante como delirante.

Primera llamada: Punto único del orden del día…

Segunda llamada: Quien esté por la afirmativa sirva despertarse y levante la mano… 

Tercera llamada: Se abre la sesión.


(*) Texto para el programa de mano.

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