6 de diciembre de 2011

choro interminable de una crónica teatrohabanera mal enunciada / cuatro.


“no estaban invitados”...

antes de subir a la habitación pregunté en la recepción por el cambio de cuarto, ya que miguel ángel se había ido:
-tengo entendido que cuando se fuera el tercer huésped nos cambiarían a mi hijo y a mí de la habitación triple a una doble.
-no se preocupe; se pueden quedar en la misma habitación que ya tienen.
-mm, bueno; muchas gracias.
adis seguía dormido; pero ya pasaban de las 8, así que comencé a llamarle para despertarlo. desayunamos con rené pita. platicamos un rato de muchas cosas... bueno, en realidad platicaron ellos, y luego, al despedirnos, cada quien regresó a su habitación; a excepción de pita, claro está, y de nelson, quien iría a visitar a vivian a la casa de las américas. ya en el cuarto, adis calló de nuevo en brazos de morfeo, y eso que dice que habiéndose despertado ya no puede volver a dormir ni hacer siesta, sino hasta la noche. yo intenté pergeñar algunas ideas para mi intervención en la casa al día siguiente; pero, igual, me quedé dormido. me despertó el teléfono:
-señor, su habitación está por vencer; necesitamos que baje a cubrir el importe antes de las 12.30 o la deje libre.
-¿qué?, perdón... voy a bajar y ahorita me explica.
[...]
-a ver; señorita, hace rato, en la mañana, le pregunté cómo estaría nuestra situación y usted me dijo que no me preocupara, que podíamos seguir en la habitación...
-bueno, sí; ustedes pueden seguir en la habitación cuanto quiera, siempre y cuando pague el importe.
-esto es una burla... cuando le pregunté yo estaba por ver a nuestro coordinador del viaje; si usted me hubiera dicho que había algún problema yo se lo hubiera dicho a mi coordinador para que lo resolviera... ahora él ya no está aquí y usted nos está dejando sin habitación a mi hijo y a mí cuando yo está pagada.
-es que, señor, no había ningún problema... no hay, de hecho, ningún problema; ¿tiene usted el boucher del pago?
-¿el qué?
[...]
regresé al cuarto y le pedí a adis que se alistara porque lo dejábamos “libre”. estuvimos en la recepción desde la 1 de la tarde a las 2, hora en que habíamos quedado todos de vernos en el lobby del hotel para irnos a una comida con el ministro de cultura, el escritor abel prieto, quien había pedido reunirse con quienes a nuestra vez habíamos participado en el fth. a decir verdad, no me preocupé por lo del cuarto; me molesté. estaba muy incómodo y sentía coraje de ver a mi hijo dormitando en el lobby a causa del descuido de sabrán-dios-y-el-diablo-quién; pero sabía que el error sería fácil de aclarar y resolver, y así fue.
la comida con prieto era, más bien, una comida para las mujeres y los hombres de teatro que participamos en el festival a la que el ministro acudiría; en realidad él no sería (y no quería serlo) el centro de atracción del encuentro. digamos que era una especie de agasajo del ministerio en el que un@s y otr@s conviviríamos prácticamente con quienes ya habíamos hecho “migas”; así, pues, nosotros estuvimos con k, vivian martínez tabares y jorge lópez, director de desdelsur (argentina). cuatro meseros, dos hombres y dos mujeres, estuvieron ofreciéndonos bocadillos de todo tipo: quesos, jamones, croquetas de pollo, salchichas, piernas de pollo empanizadas, y bebidas: cervezas, vinos, cocteles (cubatas y sangrías) y refrescos gaseosos. pronto fue evidente quiénes habíamos llegado a la comida con más hambre que los demás: llegado el momento, las y los meseros estuvieron atendiéndonos casi exclusivamente a borba teatro. lo único que nos detuvo, y tan sólo por un instante, fue que el ministro de cultura se nos acercara y platicáramos con él un poco sobre el festival y cómo sentíamos que había sido la recepción a nuestro montaje.
yo, todo el tiempo, tuve la impresión de que a abel prieto lo conocía de algún lado; por conocerlo quiero decir de que ya había oído o leído de él; pero no sabía dónde ni qué. vivian martínez tabares nos dijo que antes de ser ministro de cultura había desarrollado una intensa actividad como presidente de la oficialista unión nacional de escritores y artistas de cuba (lo de oficialista lo digo yo, no ella); que era un hombre muy culto, preocupado además por conocer de cerca a las trabajadoras y los trabajadores de la cultura en el país, y, en cierta manera, crítico dentro de la propia estructura de poder en el pcc, y que ello le había granjeado la confianza y el respeto de las y los creadores e intelectuales de la isla, así como de la comunidad artística en general.
la conversación con él se limitó prácticamente a agradecernos los esfuerzos que, a decir de él mismo, habíamos hecho para participar en el fth; expresó que hubiera sido muy lamentable no haber tenido ninguna representación de la escena mexicana, cuando las relaciones históricas entre méxico y cuba siempre han sido de amistad y solidaridad, algo que en su momento había dicho también alina ricard. nos tomamos la foto de rigor con él y se despidió dándonos un apretón de manos a cada uno. fue después, todavía en la fundación ludwig (el lugar del encuentro), que recordé dónde lo había visto... bueno, leído: su nombre había sido destacado por algunos medios impresos a raíz de que en el sexto congreso del pcc había quedado fuera del comité central y, por ende, del buró político del partido. inclusive, llegó a circular la idea de que sería removido de su puesto como ministro de cultura; lo que, obviamente, no sucedió. la imagen previa que tengo de él, y por lo cual no lo reconocía, era sin la barba que ahora ostenta, y sin canas; seguramente de una foto de cuando el iv o el v congresos... debió haber sido el v (creo que ésa vez el pcc aprobó algunas reformas al sistema electoral, permitiendo que el sufragio fuera personal y secreto); aún así, su larga melena, su atuendo sencillo y sus grandes gafas siguen siendo el sello distintivo de su apariencia.
se habló mucho de que su “expulsión” del buró político obedeció a un intercambio de cartas que hizo público granma, en donde prieto y otros escritores expresaban sus críticas a algunas decisiones del gobierno y su desavenencia con el sector militar en el poder; por lo que sé, en el momento de la publicación del intercambio epistolar, prieto no fue sancionado; pero la vox populi reza que raúl, al tomar formalmente las riendas de los consejos del partido y de ministros, le cobró la factura. sin embargo, todo indica que conservó el puesto en el ministerio porque siempre ha demostrado ser un hombre fiel al partido, al estado y a la revolución; sus declaraciones públicas han estado siempre, por lo que creo, acorde con los discursos totalizante del marxismo-leninismo y nacionalista de martí que imperan en el habla del gobierno cubano, y, aunque se ha declarado en contra de la pena de muerte, justificó la última condena en este sentido en contra de tres balseros acusados de traición a la revolución y, por supuesto, de vínculos con la oficina de intereses económicos de estados unidos en cuba.
siempre que pienso en la cultura, me convenzo más que la verdadera lucha de la humanidad por sobrevivir y supervivir, es decir, para no desaparecer biológicamente ni, en el caso de seguir existiendo como especie, dejar de ser eso: “humanidad”, está en ésa trinchera. un economista que no es culto, no puede entender que la mejor administración de los recursos que hay en la gran casa, “eco”, que es el planeta y sus expresiones de algún modo fractales en naciones, países, pueblos, comunidades o residencias (ése lugar, lujoso o modesto, en el que residimos), no es la explotación desmedida, el saqueo, la esclavitud o la liberación de capitales y mercancías como ley máxima; sino la satisfacción plena de las necesidades básicas para que un ser humano, sin importar la edad, el sexo, el color, el idioma, la religión o la nacionalidad que tenga, viva con dignidad. un político que no es culto, no puede entender que la importancia de su trabajo radica en hacer que hombres y mujeres (perdón por el reduccionismo heterocentrista) encontremos los modos y mecanismos para escucharnos y tomar acuerdo sobre la cosa pública en la que tod@s nos movemos, con base en programas y principios que nos permitan entender qué significará apostar por cada uno de los diversos cursos de nuestros destinos que nos propongan las distintas fuerzas políticas que pretenden ser gobierno, y no deshacerse de esos programas y principios en aras de campañas mediáticas que convierten lo electoral en mercancía para ocultar intereses e intenciones poco confesables de los grupos que protagonizan las luchas por la toma del poder.
economistas y políticos se han aliado, en el modo de producción capitalista, para seguir explotando los recursos naturales del planeta sin ton ni son y la fuerza de trabajo de una clase social que aspiran y suspiran por ver convertida en sus sirvientes y esclavos. si fueran cultos, si se miraran radicalmente a sí mismas, a sí mismos, en los espejos que la danza, el cine, la música, la literatura, el teatro significan, su sentido de pertenencia, no a un país, no a una raza, no un color de piel, no a una religión, no a una ideología, sino a la “humanidad”, lo pensarían más de una vez antes de cometer los crímenes de orden político y económico que llevan a cabo en contra de otras y otros seres humanos y del resto del planeta (ahora, de heterocentrista me decanto al androcentrismo; excusadme); pero, sobre todo, más que detener las villanías y mezquindades de políticos y economistas cleptocráticos, la cultura es el arma cargada de futuro (parafraseando a gabriel celaya) con la que mujeres y hombres, trabajadoras y trabajadores, manuales e intelectuales, podremos construir caminos distintos a la premodernidad a que nos tienen condenad@s los tlatoanis y cihuacoátls de la postmodernidad neoliberal.
la comida en ese pedacito de la comunidad teatral internacional, quizás por mi manera un tanto cuanto misántropa de ser, me pareció mero blof; pasarela de extrañas vanidades que no se pavonean, como hacen sus pares de las “muestras nacionales” del teatro mexicano, creyéndose tocados por una excelsitud, una precisión y una divinidad más apolíneas que dionisíacas, o no sólo, sino que, además, se sienten tocados por marx, gramsci y martí. “somos los artistas de la revolución”, parecen decirse un@s a otr@s; aunque la revolución esté muy lejos de ser lo que soñaron (y nos hicieron soñar... el sueño llegó hasta mi generación) los barbudos del 59. qué lejos estamos de aquél ministro de comercio exterior cargando costales de azúcar con un “diablito” después de ir a la zafra; hoy, no sólo el ministerio de azúcar ha desaparecido dejando de recuerdo un edificio que se cae a pedazos en la zona hotelera del vedado: los ministros cambiaron los “diablitos” por audis en miramar.
terminó la comida con el ministro de cultura y, a punto de salir del edificio que aloja la fundación ludwig, me pregunto: ¿por qué prácticamente no vino nadie de los grupos anfitriones?; “porque no estaban invitados”, dice el veinte que me cae al pensar en las conversaciones que tuve con cubanas y cubanos al respecto.
la cultura es la trinchera; “ser cultos para ser libres”, escribiría martí. pero, ¿qué cultura para qué trinchera?.. ésa noche, las y los cubanos que no estuvieron invitados a la comida con el ministro responderían sobre la escena a la interrogante teleológica.

del dragón de oro a fresa & chocolate...

los anfitriones guardaron sus platillos fuertes para mostrarlos conforme nos acercáramos al final de nuestra cita teatral. el viernes 4, mientras comíamos con el ministro de cultura, el histórico teatro escambray daba la primera de sus tres funciones en el fth de el sinsonte y el rosal; más tarde, teatro d’dos presentaría esquinas (cuya temporada ya se había iniciado por lo menos una semana antes); teatro de la luna haría lo propio con su montaje de el dragón de oro (texto llevado a la escena en méxico por daniel giménez cacho), y teatro el público nos mostraría su versión de la shakespeariana noche de reyes. antes, con su charenton, teatro buendía había sido de algún modo el primer asomo en el fth a lo mejor del teatro cubano.
yo, por venir, como ya lo he dicho antes, no sólo en tanto hombre de teatro sino también en mi papel de papá, nada más pude ver una de estas producciones: el dragón de oro, de roland schimmelpfennig; bajo la dirección de raúl martín.
la obra de schimmelpfennig consta de, aparentemente, varias historias que se van entreverando a modo de una trenza, sólo que con más de tres hilos narrativos... narrativos, eso es importante: la obra, por lo menos en el montaje de martín, tiene como punto de partida una estética mucho más cercana a la narración oral escénica que a la teatral. “el dragón de oro” es el nombre de un restaurante chino y, por lo que se induce, quienes allí trabajan son migrantes chinos (obvio) ilegales. los personajes no tienen nombre, como los ilegales en las sociedades a las que migran, se les puede identificar, sin embargo, por su sexo y su edad: un hombre joven, un hombre de más de 60 años, una mujer de más de 60 años, una mujer joven, un hombre. si imaginásemos una cebolla con sus distintos niveles de pieles, uno de estos sería la propia historia de los mismos trabajadores en el restaurante chino, en particular la de un joven muy joven a quien todo el tiempo le está doliendo una muela; cuando finalmente consiguen que alguien se anime a quitársela para que cese el dolor, el joven se desangra porque la herida de la extracción no cauteriza. muerto ya, sus compañeros del trabajo esperarán a que termine su jornada y, finalmente, echarán su cadáver al río porque realizar la ceremonia mortuoria sería demasiado caro.
otra piel-historia tendría como hilo narrativo el cuento clásico de la hormiga y la cigarra; ése en el que la cigarra (el artista) se la pasa todo el tiempo cantando, mientras la hormiga (en el cuento original, el obrero) está en chinga y, cuando llega el invierno, la hormiga tiene suficientes recursos para llevársela “cachetona” mientras la cigarra (tachada de güevona) se da cuenta de que no tendrá cómo sobrevivir en los tiempos malos. en la obra, a la historia se le da una vuelta de tuerca y la cigarra es otra migrante ilegal con sueños de ser una cantante famosa; cuando llegan los malos tiempos, que son más malos que los de por sí muy malos de siempre, al igual que en el cuento original, va a pedirle ayuda a la hormiga, quien es un comerciante acaparador que la “ayudará” dándole alojamiento y alimentación siempre y cuando ella trabaje para él, pero no como cantante: como prostituta.
otras pieles-historias se suceden completando la trenza: en una, nos vamos al pueblo del joven de la muela; en otra, al de la cigarra prostituida; una tercera tiene por protagonistas a un par de azafatas que llegan al “dragón de oro”. la cigarra es una migrante que ha escapado de casa de su abuelo, quien parece haber abusado de ella sexualmente. el joven de la muela migra en busca de una hermana a la que nunca encuentra (y que, en momentos, por el trenzado, pareciera que es la misma cigarra). la hormiga-comerciante tiene su propia historia, que se cruza con la del hombre de rayas. y las azafatas, que al parecer son pareja sentimental, llegan al restaurante justo cuando le han extraído la muela al joven y ésta, la muela, ha caído en la olla de uno de los guisos que han pedido las azafatas.
conforme avanza la trama, vemos deteriorarse físicamente a la cigarra y al joven desangrarse; el hombre de rayas y la hormiga-comerciante se emborrachan juntos y éste invita a aquél a seguir la peda en su bodega; la muela es servida en el plato de una de las azafatas, quien luego de asustarse, en lugar de quejarse y quizás devolver la muela se la queda. al morir el joven de la muela, la hormiga-comerciante y el hombre de rayas llegan a la bodega; está tan borracho el primero que se queda dormido y el segundo encuentra a la cigarra y la viola hasta matarla. la azafata se deshace de la muela tirándola al río donde será tirado, también, el joven.
a la mañana siguiente, la vida continua.
visualmente, la puesta comienza con el escenario a telón abierto. a la mitad del foro, una suerte de telón comodín traslúcido, de tela, deja ver que en el fondo está instalada una batería. las llamadas son timbrazos, al tercero entran un par de mujeres jóvenes que serán quienes lleven la música de toda la obra; detrás de ellas, el reparto aparece con un vestuario del que, pronto lo descubriremos, aparece todo el atrezzo (utilería), incluyendo sendos bancos que cada actor y actriz llevan atados de manera que le baste acuclillarse para sentarse en él.
todo está en la palabra, en la limpieza y precisión de las acciones físicas, en el tempo de las tareas escénicas y la escucha del otro, en la música que da ambiente y, sobre todo, en la síntesis; no hay un solo gesto, una sola acción, de más: la historia se cuenta, sin más, y eso la hace más devastadora aún.
un poema; el montaje es un poema.
regresamos al hotel un tanto cuanto dispersos, lo que me permitió irme desafanando de la banda como no había podido hacerlo en todo el viaje. buscando qué cenar, tin, adis y yo terminamos en un “paladar” nocturno a espaldas del mismo hotel, donde por 2 cuc nos despachamos cada uno algo parecido a una hamburguesa, pero con un pan que estaba delicioso y no esa chingadera de pan de la bimbo. en la mesa de al lado, tomándose una cerveza, vi a un actor que había visto también en la comida da la fundación ludwig, con el ministro de cultura. es un actor cubano que en la comida supuse que era famosillo, porque todo mundo quería tomarse fotos con él; guapo, no hacía como que se vanagloriaba de ello; era más bien modesto y sencillo. al buscar dónde sentarnos, como quedamos al lado de su mesa, le pregunté si podía halar una silla y descubrió de dónde éramos:
-¿mexicanos?
-sí –le respondí.
-bienvenidos.
-gracias.
cuando terminamos de cenar me giré para despedirme de él; pero ya se había ido y yo sin darme cuenta de cuándo ni cómo. nos despedimos de tin, quien se quedó a escuchar unos rockeros que descubrió tocando en vivo en un bar justo enfrente de donde estábamos, y subimos a nuestra habitación. adis se cansó de zappear y me cedió el control remoto del televisor, di, en medio de los canales de cable (dish), con un canal cubano donde estaban pasando una película de juan carlos tabío: el cuerno de la abundancia. en principio, yo no sabía que era de tabío, sino hasta que la película acabó; pero identifiqué a jorge perugorría, quien interpretó a diego (el homosexual de fresa & chocolate) y ahí le dejé. cosa curiosa: con un papel secundario, también actuaba el mismo actor que vimos en el “paladar” y que nos dio la bienvenida esa misma noche; incluso le dije a adis: “mira, ése es el mismo que estaba allá abajo cenando a un lado de nosotros”; pero creo que ya se había quedado dormido, porque ni me respondió.
es hasta ahora que escribo este largo chorema que, por curiosidad, me di a la tarea de saber el nombre del actor de cuya mesa tomé una silla y, bueno, luego de buscar a perugorría a través del link en imdb de fresa & chocolate, dar con su filmografía y revisar en qué películas de tabío había actuado, deducir que la que yo había visto fue el cuerno de la abundancia y encontrarlo en el reparto, caigo en la cuenta de que aquél actor junto al cual cenamos es nada más y nada menos que vladimir cruz, quien encarnó a david, el joven comunista seducido por diego en fresa & chocolate. según wikipediael cuerno de la abundancia fue la primera película que cruz y perugorría, lo mismo que mirta ibarra, hacían juntos después de fresa & chocolatefresa & chocolate es de 1994, el cuerno de la abundancia es de 2008.

la casa de las américas...

la mañana del 5, nuestro último día en la habana, pues el 6 emprenderíamos el vuelo de regreso, yo tenía lista una serie de apuntes que había preparado para la mesa sobre teatro latinoamericano en la casa de las américas. no obstante, estando desayunando, ante una pregunta de gabo, caí en la cuenta de algo elemental: a mí, lo que se dice a mí, vivian martínez tabares no me había invitado para estar en la mesa; la invitación había sido para nelson y, aunque él se sintiera nervioso y esas cosas, lo justo es que fuera él y no yo quien se sentara entre los ponentes. decidí, entonces, buscar la manera para hacerme a un lado y la encontré en el hecho de que se nos hacía tarde para llegar a nuestra cita; nelson opinó que lo mejor era tomar un taxi y yo me aferré a que no lo tomaría, que prefería caminar: había despertado a tiempo y desayunado temprano para irme caminando a la casa de las américas y así quería que fuera; un berrinche, pues. así debió haberlo parecido, al menos. eso propició que nelson llegara a tiempo y que fuera a él, y no a mí, a quien sentaran en la mesa de panelistas. y, en honor a la verdad, creo que fue lo mejor.
en la casa de las américas, viendo lo que había en existencia en la librería, el señor que la atendía se dirigió para conmigo como nadie lo había hecho y nadie más lo haría: “¿se le ofrece algo, compañero?” compañero; no “mexicano”, no “carnal”, no “mandilón”, no “socio”, no “chico”: compañero. ésta era la cuba con la que yo había soñado, y habitaba toda en la palabra de un señor de casi 70 años de edad. los asistentes a la mesa de reflexión teórica estaban pasando a la sala manuel galich; pero la plática con el señor de la librería, a quien nunca se me ocurrió preguntarle por su nombre, era tan tranquila y por ello tan deliciosa que me resistí a entrar con los demás. hablamos de la casa, lo difícil que era sacar una edición y, más aún, que ésta se vendiera bien, de las publicaciones y colecciones, de afiches políticos (me dijo que sería muy difícil que encontrara un afiche de martí: martí estaba en estatuas y bustos por todas partes, en frases pintadas en las paredes; los afiches eran para el ché o para fidel), de lo difícil que era sostener la revolución si los jóvenes no se educaban: “en cuba se lee mucho –me dijo–; pero se lee menos que antes. nosotros vendíamos la revista de la casa a los precios que hoy tiene el peso cubano y sacábamos para las siguientes ediciones; ahora, si no las vendemos en cuc no alcanza para sacar la siguiente edición.”
le pregunté por teatro de piñera y me dijo que la casa tenía años de no editar algo de él: “debe haber títulos sueltos, algunas obras suyas en las revistas; pero sus libros, no... busque en las librerías de viejo, compañero; cerca de la plaza de armas de la habana vieja hay varias... incluso, alrededor de la misma plaza se montan puestos de libreros; seguro allí encuentra algo.”
-¿teatro completo, quizás?
-teatro completo será difícil; hay una edición de dos viejos pánicos que se vendió mucho y tuvo un buen tiraje, y a lo mejor encuentre teatro inconcluso; pero, teatro completo no lo creo, compañero.
-gracias, compañero.
-cuando termine la mesa regresa para que sigamos platicando... si es que no me he ido... ¡ah!, por cierto; allá adentro les van a vender los números más recientes de la revista conjunto a pesos cubanos, aproveche.
-aprovecharé, gracias... nos vemos al rato.
cuando entré a la manuel galich habían terminado las presentaciones de rigor y recién le estaban dando la palabra al primero de los ponentes... bueno, más que ponencias, lo que presentaron fue una suerte de testimonios sobre la manera que tiene el teatro de sucederse en sus respectivos países y lo que cada uno de ellos, y ella (sólo había una mujer en “la mesa”), hacen para que el teatro, su teatro, suceda.
el primero al micrófono fue humberto robles, escritor y, como tal, guionista y dramaturgo mexicano, que, por lo que sé y tengo entendido (a humberto lo conozco virtualmente, de las redes sociales de internet: él era algo así como el webmaster del blog todas somos atenco cuando los primeros meses de existencia de la otra chilanga), está muy cercano al mundo de las televisoras y ha sabido, ignoro si por vínculos familiares también o sólo por contactos personales, supervivir en el medio (recientemente ha sido uno de los guionistas de las telenovelas de argos) al tiempo que colabora con algunas organizaciones de derechos humanos; en especial “nuestras hijas de regreso a casa”, para quienes escribió la que él mismo llama la obra de teatro mexicana más montada en el mundo: mujeres de arena.
en su intervención, humberto habló de que en méxico hay, a grandes rasgos, tres maneras de producir, de hacer teatro. una de ellas, la que él ha bautizado como la macdonalización del teatro, es obviamente la que se realiza con recursos de la iniciativa privada (léase, como modelo: ocesa); otra es aquella que lleva a cabo lo que robles llama “la mafia teatral”, con personajes que gozan de los apoyos oficiales y, por ende, de los recursos públicos para hacer un teatro de corte individualista que sólo habla de crisis existenciales pequeñoburguesas sin, evidentemente, contrariar el discurso oficial, y, por último, está la que humberto dice es una producción teatral de la resistencia: la del teatro independiente que, asegura, es el teatro que llega a festivales como éste de la habana porque “denuncia lo que pasa en el país y habla de lo que urge hablar aunque no entretenga, porque hacerlo, en la situación en que se encuentra méxico, sería evadirse de la realidad”.
el dramaturgo, profesor de literatura y también guionista de origen ecuatoriano christian cortez, del grupo teatro ensayo gestus, con residencia en guayaquil, dijo al llegarle su turno en el micrófono que en su país prácticamente no existen apoyos económicos del gobierno para hacer teatro, lo que no impide que existan grupos que hagan suyo el discurso oficialista; aún así, la oferta teatral más numerosa, con todo y la existencia del grupo malayerba, dirigido por arístides vargas, está en perú (lima) y colombia (bogotá), con más o menos 30 alternativas a la semana en cada país vecino. al parecer, en ecuador es cuasi heroico hacer teatro; sobre todo si se quiere hacer algo que no sea el vodevil que en los 80 gozaba de mucho público. dicho en palabras del propio cortez, para dedicarse a las artes escénicas en ecuador “hay que estar muy enamorados del teatro”.
tocó el turno a nelson cepeda borba. él habló de que hacer teatro en yucatán, aunque fuera también méxico, era como hacer teatro en un país aparte. en coincidencia con humberto, dijo que los presupuestos para la creación artística son para los más allegados a los gobiernos en funciones y que se goza de una fuerte tradición en lo que al teatro regional toca; pero que la creación y la formación teatrales parecían haberse estancado hasta que distintas personalidades, como josé ramón enríquez, fueron llegando a la península incidiendo en las maneras que de suyo tienen la producción y la pedagogía escénicas en el estado. expuso un poco, al igual que los demás “ponentes”, de lo que su compañía hacía, del acercamiento a la dramaturgia de arístides vargas por intermediación de la propia vivian martínez tabares, de la participación del cubano salvador lemis como dramaturgista de cabecera del grupo, de la búsqueda estética de un teatro que apuesta por la contemporaneidad sin dejar de lado la memoria, el sentido de pertenencia, “abrazar al ser humano que se encuentra a nuestro lado” y “mirar con el teatro lo que nuestros ojos no ven”.
la primera ronda de intervenciones de “la mesa” la cerró fátima patterson, directora, dramaturga y actriz de la compañía estudio teatral macubá, con sede en su natal santiago de cuba. su participación, amén de la honestidad de nelson, la temática en la dramaturgia social de humberto y la sencillez de christian cortez, me resultó la más lúcida de todas. el estudio teatral macubá participó en el fth con la puesta en escena iniciación en blanco y negro para mujeres sin color y, por lo que entendí, es el producto más reciente de una larga herencia que la misma patterson delineó como una historia teatral de creación e investigación que ha ido de la mano de la tradición cultural popular de su provincia; en especial, del color de su provincia: santiago de cuba, la segunda ciudad capital del país anfitrión, goza de una compleja cultura de la negritud. ahora bien, no nada más la negritud constituye el teatro de fátima patterson; la raíz de la que más se nutre su dramaturgia, una dramaturgia que insiste en vincular con lo popular y lo comunitario, es la mujer. así, pues, al hablar de su producción teatral patterson expuso las piezas de una poiesis marginal aún en medio de una revolución que, dice, sí apoya a su teatro con una destacada y decidida subvención estatal.
luego vino una ronda de preguntas de las y los asistentes y de respuestas por parte de la y los de “la mesa”, y, casi para finalizar, una larga intervención de jorge lópez, el director de desdelsur, que se convirtió de algún modo en la voz “panelista” del teatro argentino y que, además de hacer evidente (sin decirlo) que la convocatoria a esta mesa había sido algo desorganizada, expuso la existencia de un sindicato de actores en su país, la creación de una ley nacional de teatro, la presencia de un teatro independiente y comunitario con una gran exigencia por la calidad y la participación de los grupos de teatro en las decisiones de los presupuestos (pues en argentina varios municipios tienen sus administraciones regidas por leyes de presupuesto participativo) y con incidencia política, inclusive, en el mercosur a través del proyecto “puntos de cultura”.
la provocación (porque eso fue) de jorge lópez (con quien pude platicar después sobre el proyecto de su montaje en torno a bodas de sangre en coproducción con ábrego teatro, de españa) llevó a una especie de conclusión que se enlazó con lo puesto sobre “la mesa” por fátima patterson: el teatro independiente sólo puede sobrevivir como tal (verdaderamente independiente y no de manera simulada, agregaría yo, como nos sucede en méxico) si quienes lo realizamos nos uniéramos, creáramos organizaciones que puedan llegar a tener una presencia destacada en las tomas de decisiones políticas, mantuviéramos nuestra exigencia en cuanto al rigor de nuestra formación y estudio y la calidad estética (no mercantil) de nuestras producciones y nos vinculáramos sin reservas a nuestras propias tradiciones culturales populares.
al término de “la mesa”, vivian martínez tabares nos guió por algunos salones de la casa para que la conociéramos y nos platicó parte de su historia, lo que significó decir que la casa es la segunda institución cultural, después del icaic (el instituto cubano de artes e industrias cinematográficas), creada por la revolución a instancias de la labor cultural desempeñada por haydée santamaría en lo que fuera el primer ministerio de educación.
haydée fue una de las combatientes en el ataque al cuartel moncada, a raíz del cual, como se sabe, cayeron capturados por las fuerzas armadas batistianas quienes fundarían el movimiento 26 de julio, como fidel y haydée misma; su hermano, abel, y su compañero sentimental, boris luis santa coloma, fueron asesinados tras ser torturados por los militares luego del fallido asalto. la casa de las américas se convirtió, desde los primeros años del bloqueo económico que le impusiera estados unidos a la isla, la embajada cultural de cuba, en cuba, donde los intelectuales más destacados de la segunda mitad del siglo xx mostraban su solidaridad con la revolución donando obra plástica y literaria, presentándose con sus montajes dancísticos y teatrales, llevando a cabo recitales, exposiciones y mesas de reflexión sobre el trabajo cultural de la revolución y las luchas de liberación en sus respectivos países y colaborando con las publicaciones periódicas editadas por la casa misma.
luego de la guía pasé a despedirme del compañero de la librería; pero ya se había ido. compré dos ejemplares de la revista conjunto y un libro sobre crítica de arte chileno de postdictadura: campos cruzados. crítica cultural, latinoamericanismo y saberes al borde, de nelly richard (por lo que los 18.7 cuc que me quedaban se redujeron a 15.7). me despedí de nelson, quien me dijo que k y w le habían invitado a una sesión de trabajo con sus compañer@s actores y actrices y que, si me interesaba, estaba más que invitado; aunque me sentí tentado a aceptar decliné la invitación porque ya le había prometido a adis que ése último día haríamos lo que él quisiera e iríamos a dónde él mandara (siempre y cuando fuéramos a la plaza de armas a buscar teatro completo, de piñera, y el afiche de martí). me despedí también de vivian, agradeciéndole todas sus atenciones y el inmenso regalo de mostrarnos la casa y hablarnos de ella. y, por último, aproveché para saludar a humberto sin decirle que yo era yo... lo más seguro, malpensé, es que ni siquiera le importara.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario